En el año del Bicentenario, la Orquesta Sinfónica de El Salvador está realizando una labor de difusión musical sin precedentes, llevando lo mejor de la música a todos los rincones del país, y a escenarios nunca antes visitados por la Orquesta, consolidando su posición como la primera institución musical de El Salvador.
La institución que conocemos cariñosamente como "la Sinfónica", y que este 2011 celebra su cumpleaños 89, tuvo sus orígenes en la antigua Banda Marcial del año 1841. Es bajo la dirección de un alemán, el maestro Paul Müller, que se hace la primera conversión de dicha banda en orquesta, exigiéndoseles a los músicos la ejecución de instrumentos de cuerda como de viento. Hacia noviembre de 1922 se da origen a la llamada Banda y Orquesta de los Supremos Poderes, considerándose ésta la fecha no oficial de fundación de la actual Orquesta Sinfónica.
Más adelante, la orquesta contará con otros dos directores europeos: Richard Hüttenrauch (alemán) y Cesare Perotti (italiano). No obstante la presencia de los europeos, la orquesta sigue ligada al poder militar sin poder independizar sus actividades estrictamente culturales de las actividades del ejército.
La llegada en 1941 del maestro Alejandro Muñoz Ciudad Real (primer salvadoreño en ocupar el cargo) representa el giro a la modernidad de la institución, realizándose bajo su administración la separación de la banda y la orquesta, dando origen primeramente a la llamada Orquesta Sinfónica del Ejército. Ciudad Real, educado en México por los maestros Carlos Chávez y Julián Carrillo, agrega al repertorio musical obras de los grandes compositores del siglo XX, siendo suyas las primeras ejecuciones de la Sinfonía No.5 de Shostakovich, o el "Don Juan" de Richard Strauss. El año de 1960 marcará la separación final del ejército, dándose el nombre de Orquesta Sinfónica de El Salvador, dependencia del Ministerio de Educación.
En 1963 se dá la llegada del maestro Esteban Servellón a la dirección de la OSES, recién graduado en Italia donde recibió su formación con el famoso director Igor Markevitch. El maestro Servellón fomenta enormemente la audición de música de compositores nacionales, y en 1967 dan inicio los Festivales Internacionales de Música, que permitieron presentar al público salvadoreño notables figuras del escenario mundial, tales como los famosos violinistas Isaac Stern y Ruggiero Ricci, los famosos pianistas Van Clibburn y Alicia de Larrocha, los célebres directores Elmer Berstein y José Serebrier, y al cellista Pablo Casals.
Tras el retiro del maestro Servellón, llega a tomar la batuta de la orquesta en 1974 el maestro Gilberto Orellana hijo, graduado de la universidad de Nuevo Mexico (EE.UU.). Bajo su mando, la orquesta sigue la línea de proyección internacional iniciada en los festivales y se da un fuerte apoyo a los solistas nacionales.
El maestro Germán Cáceres aparece en el escenario de la OSES en 1985. La influencia de los estudios de música contemporánea en Julliard School de Nueva York y la Universidad de Cincinnati será un sello distintivo de esta primera etapa de Cáceres en la institución. Además, durante este período se formaliza la calendarización de la Temporada Sinfónica, y se invitan a talentosos músicos instrumentistas y directores, principalmente latinoamericanos, a participar con la Orquesta. Se realizan estrenos de la música de compositores como Arthur Honneger, Paul Hindemith, Jonathan Kramer (profesor de Cáceres), Ernest Chausson, y se da un gran impulso a las obras de compositores latinoamericanos tales como Heitor Villa Lobos, Marlos Nobre, Guido López Gavilán, Arturo Márquez, Manuel de Elías, y las obras del maestro Cáceres. El maestro deja la orquesta en el año 1999.
Silverstein. Orquesta Nacional de El Salvador. Hacen una brevísima aparición como directores titulares el mexicano Alfredo Ibarra (2000) dando un toque más popular al reportorio, y el salvadoreño Joseph Karl Doetsch (2001), quien da impulso al reportorio coral.
El año 2002 marca el regreso del maestro Cáceres a la dirección de la OSES, y desde ese año se da un auge en las audiciones de obras de compositores salvadoreños y la presentación de solistas nacionales y miembros de la Orquesta, los cuáles siempre tienen un espacio importante en la programación de la temporadas sinfónicas.
Actualmente la Orquesta la componen más de 68 músicos, con una mezcla de talentos jóvenes y un grueso de experimentados maestros. Las últimas actividades de la OSES han incluído, además de sus actividades didácticas y los conciertos que dedican a la presentación de jóvenes valores de la música, la activa participación en programas especiales, destacándose su participación el año 2010 en el concierto para conmemorar los Acuerdos de Paz de nuestro país, así como el estreno de la pieza "Obertura para un Mártir", dedicada a Monseñor Oscar Arnulfo Romero.
Los retos artísticos de la OSES no paran en este año de celebración, estrenando por primera vez en El Salvador una serie de obras jamás escuchadas por nuestro público, y programando obras representativas al encuentro de dos continentes, y manteniendo firmemente su labor de difusión de las grandes obras de la música.